Contemplando el paisaje que me ofrecía la ventana de un tren con destino Madrid pensaba en los 1.000 de 21. Hacía el ejercicio de imaginar la cantidad de experiencia acumulada en ese camino recorrido. La importancia que tiene el compromiso de las personas que, con la lectura y el respaldo económico, hacen posible la revista cristiana de hoy y son (sois) el mejor termómetro de cuanto editamos. Supongo que Mª Ángeles y su equipo, habrán traído a la memoria los inicios de aquella historia de comunicación comprometida cuyo legado se actualiza con la edición del último ejemplar, con cada cierre en el último clic de la redacción, alzas la mirada y dices: ¡una más!.
En la celebración -y hoy toca- recuerdas los nombres y los rostros de cada una de las personas que han aportado su quehacer y su vocación a la «vieja» tarea de contar realidades, de interpelar, de sensibilizar… para fortalecer cabeza, pies y… alma. Sintiendo alegría o dolor de los hechos y de las vidas que nos acercan al otro, los que tantas veces relató Kapuściński. Miras hacia atrás con el propósito de afianzar el siguiente renglón del próximo planillo.
Compartir esta tarea es también una expresión de comunión, insuficiente si renunciamos a realizarlo juntos y juntas… De esa dinámica, los que somos de Noticias Obreras, estamos convencidos que es camino para favorecer el bien común y en ese «codo a codo» encontramos a «mucho más que dos».
Nuestros medios tienen ese humilde protagonismo, relevante entre quienes nos acompañan, para construir otra cultura. Aprovechemos la oportunidad en cada página escrita.
Gracias y enhorabuena a todo el equipo de la revista 21 por estos 1.000 primeros números. ¡A por el siguiente!.
Ya en Atocha. Nos vemos esta tarde.