Leer en verano

Con la llegada de julio, le entran a uno las ganas de limpiar la mesa y las estanterías de materiales que cree que no va a volver a utilizar. Las ganas pasan en cuanto aparecen los libros guardados en espera de ese tiempo lento propicio para la lectura, para degustar con calma.

Me encuentro con “Vida más allá del capitalismo. Materializar la esperanza”, de Michael Albert, un libro que hará un año fue traducido al castellano. Una obra para proponer ese otro mundo posible y necesario que anhelan quienes critican el actual estado de cosas, la respuesta a quienes insisten en que no hay otra opción que seguir si no queremos “volver a las cavernas”. Lo bueno es que no se trata de una quimera, ni de un programa maximalista, sino de “preparar un futuro mejor, sin ir demasiado lejos y sin vulnerar los derechos de quienes vivirán en el futuro”, mediante la promoción de la economía participativa, la “parecon”, para abreviar.

Esa capacidad de reflexionar a partir de las aportaciones de otros autores enriqueciendo con el saber y el pensamiento propio que se trasluce en el libro anterior, la encuentro también en el libro de Javier Elzo. “¿Quién manda en la Iglesia? Notas para una sociología del poder en la Iglesia católica del siglo XXI”. También aquí ante las deficiencias en el funcionamiento eclesial y las carencias de las comunidades cristianas, el autor propone un camino diferente. La genialidad del autor es haber partido de la sociología del poder de Max Weber para analizar el aspecto humano de la Iglesia y combinar su experiencia eclesial para sugerir mejoras internas que podrían ayudar a los seguidores de Cristo a vivir más fielmente el Evangelio.

Sin duda, además de obras como la del sociólogo vasco, hacen faltas libros como el de Manuel Regal Ledo, animador del Movimiento Rural Cristiano, que acaba de sacar un tratado de Cristología escrito con el lenguaje sencillo de la gente de a pie, la pasión de quien ha experimentado en su vida el encuentro con Dios y el rigor de quien lleva largo tiempo estudiando, analizando y orando la figura de Jesús de Nazaret. El título lo dice casi todo “Jesús, aquel hombre del pueblo” y el subtítulo, el “casi”: “Materiales para la iniciación al conocimiento de Jesús”.

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“La misericordia  en el Padre Pío”, de Stefano Campanella y “Pequeño manual de la esperanza”, del añorado Carlo María Martini, se me antojan un buen complemento a la lectura más estrictamente catequética que sin duda alguna ofrecerán reflexiones y vivencias inspiradoras para aprovechar bien el “año de la misericordia” y cultivar la confianza en Dios y en la humanidad.

Puestos a enredarme todavía más con la geografía cristiana, el libro de Óscar Garrido Guijarro, “Arrancados de la tierra prometida. Comunidades árabes cristianas en Oriente Medio”, parece una buena opción, que tiene la ventaja de devolvernos a la actualidad doliente que no siempre encuentra acomodo en los grandes medios.

En “La prensa que se vendió”, Luis Santos saca a la luz el archivo de Ignacio Aguirre, secretario de Estado para la Información con Suárez y tío de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, en el que se demuestran las intensas y promiscuas relaciones entre el poder y las grandes cabeceras de nuestro país. Un relato apasionante del papel jugado por los medios durante la Transición, en el que la independencia y el servicio a la verdad no salen muy bien parados. Tanto es así, que el autor clama por una transición más, la que deberían emprender los medios de comunicación para cumplir con su función de transmitir la información veraz que demanda la ciudadanía.

Pero como no toda va a ser reflexionar e indagar, guardo dos pequeñas perlas de la Editorial San Pablo: “¡Levántate otra vez! Cómo aprovechar tus fracasos y errores”, escrito por Carlos Puig Sagi-Vela, y “Busco trabajo. Consejos para la vida profesional”, escrito por Israel Estévez Velázquez. Ambos ilustrados por A. Guerrero. Son libritos prácticos que contienen recomendaciones sencillas para afrontar esas dificultades cotidianas del trabajo y la vocación. Afortunadamente, no están contaminadas por la “empresarización” de la persona, nacen de la experiencia personal y contienen sugerencias muy sensatas como la que reza: “No malgaste tu tiempo en lo que salga. Hoy en día no sale, y si sale, pierdes esas valiosas fuerzas que necesitas para encontrar tu verdadera pasión. No te vendas a cualquier postor”

Lo dicho, un verano de lecturas que se presenta apasionante y enriquecedor.