Movimiento en red

Comparto con vosotros y vosotras este texto escrito para el boletín INFOR del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, que te puedes descargar integramente aquí.
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Es necesario comprender el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación en la construcción –en palabras del papa Francisco– de una “experiencia humana” más allá de un claro espacio tecnológico.

El acceso y uso masivo de las redes sociales las convierten en un espacio diferente para la evangelización y, con ello, para la caridad política y la espiritualidad. De la misma forma que admitimos esta perspectiva, añadimos la importancia de mejorar nuestra capacidad de adaptar nuestro quehacer a las peculiaridades de cada ámbito donde queremos implicarnos, manteniendo así una presencia activa. Al menos, esto es lo deseable.

La Hermandad Obrera de Acción Católica, la HOAC, viene incorporándose tanto organizativamente como a través de sus militantes a esta gran conversación pública que suponen las redes sociales. A nuestra forma de ser, pensar y actuar… incorporamos nuestra presencia en la esfera digital, para formar parte de una nueva comunicación, de una nueva difusión más activa, más recíproca y también más abundante. Una comunicación que utiliza unos rasgos particulares; que condicionan el mensaje según el medio que se utilice; que hace inaplazable nuestra incorporación para añadir contenidos propios que aportan el “valor” que nos es propio: nuestras acciones, las campañas, los comunicados, las oraciones, las publicaciones… Si no lo hacen nuestros movimientos, ¿quién lo hará?

La presencia activa en las redes pretende ser coherente con nuestra misión. Y esta debe tender a ser una presencia abierta, es decir, no solo hablamos de nosotros, sino que interactuamos junto con otras organizaciones o movimientos con la misma coherencia que nuestra formación y espiritualidad cristiana nos lleva a un compromiso público en ámbitos sociales, sindicales y/o políticos. Este es uno de los principios que orienta nuestra conversación en la red.

Nos vemos llamados a tomar la palabra y animar a ello. A mantener un diálogo con quienes así también lo establecen con nosotros. Con respeto, escucha y en términos de reciprocidad. Adaptar el mensaje al medio donde queremos mantener esa conversación pública. Y apoyamos otras palabras para favorecer, para tejer, una comunidad o red, no endogámica.

En las redes sociales hablamos sobre temas enmarcados en la Doctrina Social de la Iglesia como son la dignidad de la persona; el destino universal de los bienes; la solidaridad, defensa de los derechos y promoción de deberes; el bien común; el principio de subsidiariedad. El derecho a un trabajo digno y estable… y de ahí las distintas dimensiones del mundo obrero y del trabajo: La familia obrera y su problemáticas: los desahucios, la dificultad de conciliar, los recortes en educación, en sanidad, en servicios sociales y en dependencia. La flexibilidad y precariedad laboral; Los trabajadores y trabajadoras inmigrantes. La mujer trabajadora y la gran desigualdad. El paro, la pobreza y la exclusión social… Esto nos lleva a actuar en causas concretas que también son “lugares comunes” de otros movimientos u organizaciones a través de acciones compartidas, campañas, dinámicas, etc.

Esta realidad supone para nosotros atender algunos retos: impulsar la formación para favorecer la incorporación y participación activa y también para taponar la brecha digital que existe. El continuo reto de mejorar la calidad de la conversación y de mejorar el ser puente entre diversas “multitudes” eclesiales, sociales, políticas y sindicales que comparten ámbitos de actuación. De esta forma mejorar las aportaciones que hacemos y los contenidos habituales o cotidianos que llevamos adelante ya sean campañas, ya sea buscar ámbitos de relación o acción común, o cuidando ese dinamismo para la organización y para la militancia. Por último, necesitamos incorporar a esta nueva cultura de trabajo, que ya es real, una metodología que permita evaluar nuestra presencia.

En una próxima oportunidad de escribir en el INFOR, contaré las redes por las que apostamos y algunos ejemplos que puedan ser testimonio de buen trabajo. Mientras llega la ocasión, podemos conversar en las redes.