Lecturas con sustancia

Ya han llegado algunas de las preciadas publicaciones con las que alimentamos el cerebro y el corazón. Extiendo sobre la mesa de trabajo aquellas a las que no quiero perder de vista. Mientras buscamos contenidos para nuestras publicaciones del mes siguiente, aprovecho para conocer de qué hablan tantos buenos amigos que todavía defienden el valor de la palabra impresa. Es una riqueza enorme que muchas veces pasa desapercibida. ¿Alguien recogerá esta desprendida y valiente siembra? ¿Qué nos falta a los que intentamos promover cambios personales y sociales mediante la tinta y el papel para hacer que nuestras voces se oigan en medio del barullo mediático?

publicacionesamigas