Comparto con vosotros y vosotras este texto escrito para el boletín INFOR del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, que te puedes descargar integramente aquí.
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Es necesario comprender el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación en la construcción –en palabras del papa Francisco– de una “experiencia humana” más allá de un claro espacio tecnológico.
El acceso y uso masivo de las redes sociales las convierten en un espacio diferente para la evangelización y, con ello, para la caridad política y la espiritualidad. De la misma forma que admitimos esta perspectiva, añadimos la importancia de mejorar nuestra capacidad de adaptar nuestro quehacer a las peculiaridades de cada ámbito donde queremos implicarnos, manteniendo así una presencia activa. Al menos, esto es lo deseable.
La Hermandad Obrera de Acción Católica, la HOAC, viene incorporándose tanto organizativamente como a través de sus militantes a esta gran conversación pública que suponen las redes sociales. A nuestra forma de ser, pensar y actuar… incorporamos nuestra presencia en la esfera digital, para formar parte de una nueva comunicación, de una nueva difusión más activa, más recíproca y también más abundante. Una comunicación que utiliza unos rasgos particulares; que condicionan el mensaje según el medio que se utilice; que hace inaplazable nuestra incorporación para añadir contenidos propios que aportan el “valor” que nos es propio: nuestras acciones, las campañas, los comunicados, las oraciones, las publicaciones… Si no lo hacen nuestros movimientos, ¿quién lo hará?